Hoy por hoy, los sectores de actividad que forman parte de la cadena de suministro dependen en gran medida de la tecnología para sus operaciones. Entre ellos, los almacenes y centros de distribución, que manejan una gran cantidad de datos en su día a día y se han convertido, por ello, en objetivo para los ciberdelincuentes.
El impacto de los ciberataques en la cadena de suministro a nivel global puede ser devastador. Por eso, con la creciente digitalización de los procesos de almacenamiento y logística, la necesidad de proteger estos sistemas contra amenazas cibernéticas es más importante que nunca.
En este post te contamos las principales estrategias de seguridad que debes poner en marcha en tu almacén.
Los ciberataques, un peligro real en logística
Los almacenes, como centros neurálgicos de la cadena de suministro, utilizan una cantidad ingente de información, desde datos de inventario hasta detalles de envío y facturación. La mayoría han abordado la digitalización de tareas o están en ese proceso, para ser más efectivas y mejorar sus operaciones.
Soluciones logísticas en la nube, almacenamiento inteligente, softwares basados en inteligencia artificial, aplicaciones de IoT, empleo del Big Data… Son, sin duda, grandes avances, pero a medida que el sector logístico camina en esa dirección, también crecen las ciberamenazas que buscan cualquier punto vulnerable en los sistemas para robar información.
Un ciberataque en una empresa de almacenamiento puede tener consecuencias muy graves, no solo en términos de pérdida de datos, sino también en interrupciones operativas, daño a la reputación y pérdida de confianza del cliente.
¿Qué hacer para protegerse de los ciberdelincuentes?
Proteger los datos de los clientes debe ser una prioridad absoluta. Si un pirata informático consigue acceder al sistema de gestión de un almacén, podría recopilar información bancaria de clientes y proveedores, robar direcciones o números de teléfono, instalar ransomware y afectar a los sistemas de carga o a los pedidos.
Aunque las empresas no pueden evitar por completo que se produzcan filtraciones de datos, deben intentar mitigar este riesgo en la medida de lo posible incorporando sistemas de ciberseguridad. Estas son las precauciones básicas que hay que tomar:
1. Mantener todos los sistemas actualizados
Mantener el software y el hardware actualizados es la base de cualquier estrategia de ciberseguridad. Las actualizaciones no solo proporcionan nuevas características y mejoras de rendimiento, sino que también corrigen vulnerabilidades de seguridad que podrían ser explotadas por los ciberdelincuentes.
Para eso, es importante contar con un plan que sistematice las actualizaciones, para evitar olvidos. Establecer horarios es una posibilidad, así como automatizar todo lo que sea posible.
Por otra parte, antes de instalar una actualización importante es recomendable probarla en un entorno controlado para asegurarse de que no causa problemas.
2. Crear protocolos y formar a los empleados
La primera línea de defensa en cualquier estrategia de ciberseguridad es el personal. Por eso, es importante que los trabajadores tengan formación en este aspecto y sepan cómo prevenir ataques, empezando por las prácticas más sencillas, como:
- no abrir correos electrónicos sospechosos
- no descargar archivos de fuentes desconocidas
- no compartir información confidencial a través de canales no seguros, etc.
La formación debe ser continua. La empresa puede organizar sesiones formativas regulares, distribuir información sobre ciberseguridad e incluso hacer simulacros de ciberataques para entrenar a sus empleados en el reconocimiento y respuesta ante amenazas.
3. Gestionar las contraseñas
Se deben establecer pautas para la generación de contraseñas: que sean complejas, con combinaciones aleatorias de letras, números y caracteres especiales, y que tengan una longitud mínima y renovarse regularmente.
Los empleados deben estar concienciados sobre la importancia de no compartir sus claves con colegas o personas ajenas a la empresa. Cada usuario debe tener su propia identificación y contraseña.
También es importante contar con métodos seguros para almacenar las contraseñas, como sistemas de gestión de contraseñas cifradas. Sobre todo, hay que evitar almacenarlas en archivos de texto sin cifrar o en documentos físicos desprotegidos.
4. Utiliza antivirus, cortafuegos y protección contra ransomware
Todas son herramientas para ayudar a prevenir los ciberataques:
- El antivirus es un software que previene, detecta y elimina los virus informáticos.
- Los anti ransomware protegen contra ataques de ransomware, un tipo de software malicioso que infecta los sistemas informáticos y cifra los archivos o bloquea el acceso al sistema, exigiendo un rescate económico para restaurar el acceso.
- Los cortafuegos o firewalls controlan el tráfico no deseado, actuando como una barrera entre una red privada interna y redes externas no confiables. Si detecta una amenaza en un sitio web o aplicación, bloquea el acceso.
5. Diseña un plan de respuesta a incidentes de seguridad
¿Y si, pese a todas las precauciones, se produce una brecha de seguridad? El tiempo de reacción es fundamental para poder recuperar los datos y retomar las operaciones cuanto antes.
El plan debe detallar los pasos a seguir para identificar el tipo de incidente, evaluar la situación, aislar cuanto antes el incidente. Posteriormente, será necesario investigar y documentar lo sucedido, para determinar su origen y tomar las medidas preventivas necesarias.
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