Un buen sistema de etiquetado ahorra muchos quebraderos de cabeza a los gestores de un almacén. Imagina un almacén sin etiquetas claras y precisas: un laberinto caótico donde la búsqueda de productos se convierte en una tarea titánica y los errores de inventario están a la orden del día.
Si no tienes que hacer un gran esfuerzo de imaginación, quizá es lo que sucede en tu almacén más a menudo de lo que desearías. Entonces, este es el post que necesitas.
Razones por las que el etiquetado es clave
El etiquetado en un almacén no es simplemente adherir una pegatina a un producto. Va mucho más allá: es el sistema nervioso que conecta cada elemento del inventario, permitiendo su identificación, localización y seguimiento desde que se recibe la mercancía hasta que se expide hacia su destino final.
La diferencia entre un almacén eficiente, donde cada mercancía se encuentra en el lugar previsto, y otro en los que se amontonan productos embalados o sin embalar, ocupando espacio de forma desorganizada, muchas veces está en algo tan aparentemente sencillo como el etiquetado.
El etiquetado también garantiza que los clientes reciban el artículo que han pedido y cualquier otro, que se ha colado en un embalaje etiquetado erróneamente.
Para no perder tiempo, ni dinero, ni acumular errores que dan una pésima imagen ante el cliente, etiquetar correctamente es un paso imprescindible. Estas son las 4 principales razones por las que es tan importante contar con un sistema de etiquetado eficiente:
- Identificación clara: desde códigos de barras hasta etiquetas RFID (identificación por radiofrecuencia), el etiquetado garantiza que cada artículo sea fácilmente reconocible por el personal del almacén.
- Localización precisa: las etiquetas incluyen información sobre la ubicación específica de cada artículo, como el número de estantería, pasillo o zona de almacenamiento, lo que facilita su recuperación rápida cuando sea necesario.
- Seguimiento del inventario: también permite tener el control sobre la trazabilidad, es decir, hacer un seguimiento preciso del inventario en tiempo real, monitorizar la entrada y salida de productos y su ubicación dentro del almacén.
- Gestión de pedidos: durante el proceso de picking, el personal del almacén puede identificar y seleccionar rápidamente los productos requeridos y agilizar el proceso de preparación.
5 pasos para implementar un buen sistema de etiquetado en un almacén
De forma genérica, porque cada proyecto concreto tiene sus particularidades, estos son los pasos que se deben seguir para implementar un sistema de etiquetado en un almacén:
1. Elección de la tecnología de etiquetado
Esta es una de las primeras encrucijadas: ¿qué es mejor, el tradicional código de barras o el sistema RFID, más avanzado?
Cada uno de estos sistemas tiene pros y contras (aquí puedes ampliar información sobre ellos). En líneas generales, un sistema de etiquetado RFID es más eficiente, ya que puede contener más información que el código de barras. También mejora la operativa, al permitir la identificación y seguimiento sin contacto, lo que resulta especialmente útil para el rastreo de grandes volúmenes de productos.
Es verdad que supone una mayor inversión inicial, pero al vincularse al SGA del almacén permite un mejor control y acorta los tiempos de amortización del software de gestión de almacén.
2. Adherencia a estándares de la industria
Los estándares de etiquetado reconocidos en la industria, como los establecidos por GS1, son fundamentales para asegurar la coherencia y la compatibilidad entre los sistemas utilizados en la cadena de suministro global.
GS1 es una organización internacional que establece estándares para la identificación, captura e intercambio de información sobre productos, permitiendo una comunicación efectiva y precisa entre socios comerciales en todo el mundo
3. Diseño de etiquetas claras y legibles
Las etiquetas deben ser diseñadas de manera clara y legible, con información fácilmente comprensible para el personal del almacén. Se deben incluir datos relevantes, como el nombre del producto, número de serie, fecha de caducidad (si es aplicable), ubicación en el almacén y cualquier otra información necesaria para la gestión eficiente del inventario.
Además, deben ser resistentes para soportar las condiciones de trabajo en el entorno del almacén, donde estarán sometidas a rozamiento, abrasión, humedad, cambios de temperatura, etc. Es importante utilizar los materiales y las técnicas de impresión adecuadas para que la etiqueta no se degrade a lo largo de su vida útil.
4. Establecimiento de políticas y protocolos
Se deben establecer procedimientos claros y detallados para el etiquetado de productos en el almacén. Por ejemplo, hay que detallar los pasos a seguir para la creación de etiquetas, la colocación de las mismas en los productos o contenedores, y la actualización de la información de etiquetado en el SGA.
Es conveniente hacer una auditoría periódica para verificar que todo funciona, la información es precisa y se cumplen los procesos que se han diseñado.
5. Capacitación del personal
Por último, es importante que todo el personal del almacén comprenda la importancia del etiquetado y estén familiarizados con los procedimientos establecidos. Así, se evitarán errores y se minimiza el riesgo de pérdidas o de discrepancias en el inventario.
Es hora de mejorar el etiquetado de tu almacén
Los sistemas de etiquetado para almacenes eliminan de raíz muchísimos problemas, ya que garantizan que los productos se pueden identificar con facilidad y de forma fiable durante su tránsito por ese eslabón de la cadena logística.
El primer paso es, sin duda, hacer un análisis en profundidad de los procesos del almacén y sus necesidades específicas. Nuestra consultoría logística puede ayudarte con esa parte.
A partir de ahí, se elige el mejor sistema de etiquetado y el proceso de implementación que mejor se ajuste a la dinámica del almacén. ¿Quieres saber más? Pregúntanos y resuelve tus dudas.