Dark warehouses o almacenes oscuros: la apuesta por la automatización total

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Dark warehouses o almacenes oscuros

Los dark warehouses, también conocidos como almacenes oscuros, han ganado gran relevancia como una evolución innovadora de los modelos tradicionales de almacenamiento y distribución.

El planteamiento de este tipo de almacenes es bien sencillo: si se automatizan el 100% de las tareas, de forma que sean dispositivos electrónicos los que las realicen de forma autónoma, es posible eliminar la iluminación y mantener la actividad todas las horas del día, todos los días del año.

¿Conocías este tipo de almacenes?

 

¿Qué es un Dark Warehouse y por qué se están popularizando?

En esencia, un dark warehouse es un almacén logístico totalmente automatizado que opera sin necesidad de iluminación artificial. 

A diferencia de los almacenes tradicionales, que requieren iluminación para el trabajo humano, los dark warehouses funcionan exclusivamente con sistemas de navegación y gestión automatizados, aprovechando la oscuridad para optimizar la eficiencia energética y reducir costos.

Se trata de un concepto de almacén o centro de distribución diferente al tradicional, que ha aumentado en los últimos años por razones diversas.

Por un lado, el crecimiento exponencial del comercio electrónico ha transformado la dinámica de compra de los consumidores, migrando la demanda de productos hacia canales online.

Esto ha generado una necesidad de centros de distribución más eficientes y adaptados a la preparación y envío rápidos de pedidos.

Por otra parte, son una alternativa para reducir los costes de personal, ya que al no depender de la luz natural o artificial, los dark warehouses pueden operar las 24 horas del día, los 7 días de la semana, sacando el máximo rendimiento a la inversión realizada en automatizaciones.

Otro aspecto a tener en cuenta es la sostenibilidad. La preocupación por el medio ambiente impulsa la búsqueda de soluciones logísticas más eficientes y menos consumidoras de recursos energéticos. En este sentido, este tipo de almacenes oscuros, al eliminar la iluminación artificial, contribuyen a reducir el impacto ambiental de las instalaciones tradicionales.

Aunque las primeras versiones de almacenes oscuros ya se empezaron a probar a principios del siglo XXI, es ahora cuando están experimentando un desarrollo mayor. La innovación en el campo de las automatizaciones, sumada a las soluciones basadas en Inteligencia Artificial, son dos de las principales razones de este crecimiento.

 

La automatización, principal características de los almacenes oscuros

Además de la ausencia de luz, el hecho de que este tipo de instalaciones hayan automatizado todos sus procesos para que puedan realizarse sin intervención humana es su característica más reseñable y lo que los diferencia de los modelos tradicionales de almacenamiento y distribución. 

En estos recintos, robots y sistemas automatizados se encargan de todo, desde la recepción de mercancías hasta el picking, packing y envío de pedidos. 

Desde robots móviles que transportan palets hasta sistemas de visión artificial que reconocen productos: la tecnología opera en sincronía para garantizar una eficiencia sin precedentes.

Vamos a imaginarnos que llega un pedido online a cualquier hora del día o de la noche. ¿Qué es lo que ocurre entonces en un almacén oscuro?

 

1. Recepción de pedidos

Un sistema central, conectado a la tienda online o plataforma de venta, recibe la notificación del pedido. De inmediato, se envía la información al software de gestión de almacén (SGA) y el sistema se pone en marcha. 

 

2. Identificación y localización

El sistema identifica el pedido y localiza los productos que lo componen dentro del almacén. Se consulta la información de almacenamiento en tiempo real, teniendo en cuenta la ubicación actual de cada producto, su estado y las estrategias de almacenamiento optimizadas.

 

3. Picking

El sistema envía instrucciones precisas a los robots móviles autónomos (AMR). Estos robots, guiados por sistemas de navegación láser o tecnología RFID, se desplazan con agilidad por el almacén, evitando obstáculos y siguiendo la ruta más eficiente.

Cuando los AMR llegan a las ubicaciones indicadas, recogen los palets o contenedores que contienen los productos del pedido. La precisión y la fuerza controlada de los robots garantizan que la mercancía se manipule con cuidado.

 

4. Preparación del pedido

Con los productos del pedido asegurados, los AMR transportan los productos del pedido a la zona de packing, donde son recibidos por robots de almacén que crean los envíos según las instrucciones del sistema. 

Los sistemas de visión artificial identifican etiquetas, códigos de barras o características físicas únicas. Los productos seleccionados son derivados a cajas o contenedores donde un brazo robótico se encarga de cerrar las cajas, sellarlas y añadir etiquetas de envío.

 

5. Listo para la expedición

Una vez empaquetados, los pedidos son depositados en bandas transportadoras, carros inteligentes o robots móviles, que los trasladan a la zona de expedición. Allí, los sistemas de clasificación y distribución separan los pedidos según su destino y dejan listos para que sean expedidos a su destino final.

Durante todo el proceso, sensores y cámaras integrados en los robots y en la infraestructura del almacén recopilan datos en tiempo real. Esta información se envía al SGA, permitiendo monitorizar constantemente todo el flujo de trabajo.

 

Automatizar procesos, el futuro de la logística

Entre un almacén tradicional que aún no ha digitalizado sus procesos más básicos y un almacén oscuro que funciona de forma 100% automatizada, hay una escala de grises.

Es posible implementar soluciones automatizadas de forma progresiva y adaptadas a cada necesidad. Si quieres mejorar la eficiencia de tu almacén por esta vía, pregúntanos y te asesoramos sin compromiso.

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