Tipos de almacén Kit Digital

¿Cuántos tipos de almacén conoces? Estos son los principales y sus características

Cuando nombramos la logística de almacén puede parecer que solo nos referimos a un tipo de almacén. Y no es así. 

En realidad existen muchas clases de almacenes y se clasifican según su función logística, su ubicación, sus características técnicas o incluso su régimen fiscal. ¿Cuántos tipos de almacén conoces tú?

Cada tipo de almacén cumple una función diferente y tiene necesidades logísticas propias, por lo que es importante diferenciarlos.

Con este post esperamos ampliar tu conocimiento hablándote de cuáles son los tipos de almacén más habituales y sus principales características. 

 

Principales tipos de almacén: según actividad, tipo de recinto, producto y automatización

Hay más divisiones posibles, pero te vamos a presentar las que, a nuestro criterio, son más habituales para clasificar distintos tipos de almacén.

 

1. Según su ubicación y la actividad que realicen

Según dónde estén situados y su función logística, podemos dividir los almacenes en distintas categorías:

 

Almacén de aprovisionamiento

Es aquel en el que se almacenan las materias primas o cualquier tipo de elemento necesario para abastecer el proceso de producción de un determinado producto. 

Un almacén de aprovisionamiento debe garantizar que siempre haya lo necesario para mantener la producción de una factoría sin que se interrumpa en ningún momento por la falta de algún suministro. Por ese motivo, suelen estar situados muy cerca de la fábrica a la que dan servicio.

 

Almacén central

Suele estar ubicado en un lugar cercano al centro de fabricación, para que desde allí puedan ser derivadas fácilmente las mercancías.

 

Almacén de distribución

También llamados regionales, este tipo de almacenes suelen estar ubicados en un lugar cercano al punto de consumo o cliente final, y dan cobertura a una zona geográfica específica, de manera que dentro de ella se pueda garantizar el abastecimiento y proceder a una distribución rápida de los productos. 

 

Almacén de tránsito

En algunos casos, por razones logísticas es preferible utilizar un almacén de tránsito, ubicado entre el almacén central y el regional, sobre todo cuando entre ambos hay una larga distancia y se necesita un punto de almacenaje provisional.

Los almacenes de tránsito suelen tener un flujo constante de mercancías y no se acumulan stocks por mucho tiempo. 

Sirven de punto intermedio en el camino hacia el siguiente punto de la cadena de suministro o para facilitar el agrupamiento de mercancías que van a ser enviadas a un mismo destino. Son muy utilizados para la logística de comercio electrónico.

 

Almacén temporal

Como su nombre indica, son los que se utilizan para almacenar mercancía temporalmente en casos de picos de demanda. En ellos se almacena el stock de productos de consumo estacional o de temporada, cuya demanda sube solo en momentos puntuales. 

¿Necesitas saber cómo gestionar mejor tu almacén? Lee aquí qué aporta SAP WM frente a SAP EWM.

 

2. Según el tipo de recinto: almacenes de interior y de exterior

En este caso nos fijamos en si el almacén está o no techado y el tipo de cerramiento que tiene la instalación. 

Veremos que hay almacenes cubiertos o de interior, en los que la mercancía permanece bajo techo protegida de las inclemencias meteorológicas. 

En los almacenes de exterior, la mercancía se almacena al aire libre, simplemente dentro de un recinto convenientemente señalizado.

 

3. Según el tipo de producto

Es otra de las clasificaciones posibles. En función del producto existen los siguientes tipos:

 

Almacén de materias primas

Suelen estar muy cerca de los centros de producción, y es habitual que sean además almacenes de aprovisionamiento para mantener activas las líneas de producción de la industria a la que dan servicio.

 

Almacén de productos terminados

Son aquellos en los que se acumula el stock de la empresa. Es posiblemente el tipo de almacén más habitual.

 

Almacén de repuestos y/o accesorios

Son importantes para un buen servicio posventa, ya que en ellos se almacenan las piezas para reparaciones o averías, o para sustitución de elementos dañados o accesorios de los productos principales.

¿Sabes cómo se diseña un almacén? Pincha aquí para saber cuáles son las 7 claves para crear un buen layout + ejemplos. 

 

4. Según el grado de automatización

Existen almacenes convencionales o con un bajo nivel de automatización, y otros que podemos llamar almacenes inteligentes, con un alto nivel de automatización.

En el primer caso, lo habitual es utilizar estanterías metálicas, con más o menos altura en función del tipo de carretillas elevadoras que se utilicen: estas pueden ser contrapesadas o de mástil retráctil, que necesitan menos espacio para operar y alcanzan más alturas. 

En cualquier caso, el rango de optimización es limitado.

Otros almacenes, con  mayor grado de automatización han implementado sistemas de almacenaje inteligente.

Por ejemplo, hay almacenes automáticos dotados de transelevadores para palets o miniloads, dispositivos que recorren los pasillos recogiendo y colocando mercancías en los estantes. Son sistemas que aumentan la productividad y el aprovechamiento del espacio de almacén es máximo.

Lee más sobre las ventajas de automatizar el almacén: cómo ganar eficacia en todos los procesos. 

 

La importancia de elegir el sistema de almacenaje más adecuado para cada caso

Existen más tipos de almacenes, en función del tipo de mercancías que alberguen, de las condiciones fiscales que (las zonas francas, por ejemplo, con determinadas exenciones de impuestos, también son un tipo de almacén), si están especializados en dividir o consolidar las cargas, etc.

En cualquier caso, lo más importante siempre es elegir el layout o diseño y distribución del almacén para obtener el mayor rendimiento posible. 

Si tienes un almacén y te gustaría estudiar qué opciones de mejora tiene, ponte en contacto con nuestro equipo y coméntanos tu caso. Hay soluciones a medida para todo tipo de instalaciones.  

KPI Cadena de Suministro

KPI en logística: cómo medir la cadena de suministro

Tan importante como trazar objetivos empresariales es hacer el seguimiento correcto de los resultados. Porque ¿cómo saber si nos acercamos o nos alejamos de nuestras estimaciones? La única forma de hacerlo es utilizando métricas. Y para eso tenemos los KPI.

Enseguida te explicamos qué son esas siglas, pero lo fundamental es esto: para conocer la situación real de tu empresa (o, hablando del sector logístico, de la cadena de suministro o alguna parte de ella) lo que necesitas son números.

Y para “escuchar” lo que dicen los números es necesario realizar mediciones.

Te explicamos por qué esto es importante y cuáles son las métricas más importantes para tu actividad. 

 

Por qué las métricas son importantes

Tiempo, volumen de operaciones, calidad del servicio… ¿Cómo saber si el rendimiento de tu empresa es hoy mejor que ayer o que el mes pasado?

Para poder optimizar los procesos logísticos, aumentar la productividad y ubicarse en el mercado, es necesario que las empresas conozcan de manera muy precisa cómo está funcionando la cadena de suministro. 

Y para hacerlo solo hay una forma: monitorizar las acciones, tanto las que se realizan internamente como las que implican a proveedores o clientes.

Los indicadores de rendimiento aportan información valiosa sobre lo que está sucediendo en el presente y son la base para tomar las decisiones más adecuadas de cara al futuro.

Analizar las métricas de la cadena de suministro te permite: 

  • Localizar puntos de bajo rendimiento y mejorarlos.
  • Controlar los costes, analizar formas de ahorro y señalar fugas de presupuesto.
  • Detectar problemas en cualquier punto de la cadena.
  • Tomar mejores decisiones empresariales.
  • Analizar en qué fase es necesario realizar inversiones.
  • Hacer seguimiento de proveedores y clientes, y conocer el grado de satisfacción. 
  • Corregir parámetros en cuanto se desvían de las estimaciones. 
  • Registrar datos para tener un histórico de la evolución de la empresa.

Realizar evaluaciones periódicas de la cadena de suministro es fundamental para alcanzar objetivos de forma continua y mantener el nivel de competitividad en un mercado muy exigente.

 

“Lo que no se mide, no se puede mejorar”: qué son los KPI

Los KPI, siglas de Key Performance Indicators, son medidores del rendimiento de las distintas áreas de un negocio. Se podría traducir también como “indicadores de gestión”, “claves de rendimiento” o “medidor de desempeño”. 

Lo importante es que se utilizan para conocer los resultados de las estrategias de negocio que ponemos en marcha y saber con rigurosidad si alcanzamos o no los objetivos, y a qué distancia estamos de lograrlos.

Es decir, ¿nuestra estrategia está funcionando? ¿Vamos por buen camino? 

O, por el contrario: ¿nos estamos desviando y es necesario hacer correcciones?

Los KPI deben ser medibles y cuantificables: tienen que concretarse en cifras, valores o porcentajes.

También hemos de asignarles un marco temporal. ¿Cada cuánto tiempo queremos tener datos? Podremos configurarlos para que midan cada hora, cada día, cada semana, etc.

Existen muchos tipos de KPI, tantos como parámetros que podemos monitorizar, pero no es recomendable seguirlos todos. 

Tener datos excesivos puede restar atención a los que son más relevantes y por eso lo mejor es elegir aquellos KPI que nos van a aportar información de valor según nuestro modelo de negocio.

 

¿Cómo saber qué KPI son interesantes para tu empresa?

Esa parte requiere un estudio en profundidad y, probablemente, asesoramiento profesional, pero te podemos adelantar que una buena referencia para saberlo es esta: los objetivos de la empresa. 

Por tanto, hazte estas dos preguntas:

  1. ¿Cuáles son los objetivos?
  2. ¿Qué datos necesitas conocer para hacer un correcto seguimiento de esos objetivos?

Solo con eso, ya puedes hacerte una idea de cuáles son los KPI importantes. 

Por ejemplo, si un objetivo es reducir el tiempo de permanencia de una mercancía en almacén, de nada te sirve introducir un KPI que mida el rendimiento de tu página web, por mucho que resulte un dato interesante.

En concreto, en el sector logístico, los KPI más utilizados tienen que ver con las principales actividades, tales como abastecimiento, producción, transporte, gestión de almacén, distribución, etc.

 

¿Cuáles son los principales KPI para medir la cadena de suministro?

La cadena de suministro es muy amplia y consta de distintas fases, por lo que hay muchos indicadores que podrían ser relevantes según cada caso. Los que te vamos a comentar son solo algunos ejemplos de tipos de KPI:

De aprovisionamiento: miden los tiempos de entrega, los costes de cada compra, el historial de cada proveedor, etc.

De transporte: miden el coste del transporte, tiempo de las rutas, rendimiento de la flota, etc.

De gestión de almacén: miden los costes del almacén, el espacio, la productividad, la velocidad de procesamiento de pedidos, etc.

De stocks: miden la rotación de inventarios, roturas de stock, etc. 

De marketing y ventas: miden las visitas comerciales, presupuestos enviados, ventas cruzadas, rendimiento de campañas publicitarias, etc.

De servicio al cliente: miden los plazos de entrega, número de devoluciones, incidencias, tiempo de resolución de solicitudes, etc.

Para poder tener el control de todos estos indicadores y hacer el seguimiento correcto, deben estar integrados en el Sistema de Gestión de Almacén (SGA) de la empresa.

 

Mide el rendimiento de tu empresa con los KPI correctos

No hay dos empresas iguales. Aun perteneciendo al mismo sector, cada una tiene su funcionamiento interno, distintos medios y también distintos objetivos. 

Por tanto, en cada caso se deben determinar cuáles son los KPI relevantes para cada modelo de negocio.

Si necesitas asesoramiento en este punto, ponte en contacto con nosotros. Nuestro equipo profesional estará encantado de orientarte. 

Cross docking

Cross docking: multiplica la velocidad de la cadena de suministro de tu almacén

Cuanto más tiempo pasa la mercancía en tu almacén, más dinero te cuesta. Por eso, el cross docking es una solución tan interesante, porque con este sistema las mercancías se reciben y se expiden plazos reducidos para disminuir costes y recursos.

Te contamos en qué consiste y qué hay que tener en cuenta para ponerlo en marcha en tu almacén.

 

Razones por las que el cross docking te interesa

Uno de los grandes males de cualquier tipo de almacén es tener mercancía parada. Durante el tiempo que pasa en tus estanterías, está ocupando un valioso espacio de almacenaje y, no solo no aporta valor, sino que lo pierde cada día que pasa.

De ahí el interés de las empresas en reducir al máximo los tiempos de almacenamiento.

Pero todavía se puede ir más allá: implantar un sistema de cross docking.

Eso supone eliminar (casi) totalmente el tiempo de almacenamiento de un producto, es decir, el tiempo desde que se descarga del transporte de llegada hasta que embarca en el de salida, es el mínimo posible.

¿Suena bien?

La otra opción es descargar la mercancía, registrarla y almacenarla. Así, hasta que se ponga en marcha el siguiente paso y haya que retirarla de las estanterías para volver a ponerla en marcha. 

Con un sistema de cross docking, la cadena no para en ningún momento.

Precisamente porque la velocidad es una de sus principales ventajas, es un sistema muy utilizado en la logística de productos perecederos. 

 

Más ventajas de implantar un sistema de cross docking 

Además de las ventajas que ya hemos comentado (la velocidad y el ahorro de costes), es importante nombrar otras, también muy importantes.

  • Mejora el control de los tiempos, ya que es más fácil calcular cuánto tarda una mercancía en ser expedida de nuevo. Por tanto, se pueden cumplir escrupulosamente los plazos. Esto permite ofrecer un mejor servicio al cliente y constituye una ventaja competitiva importante. 
  • Se reducen los procesos de picking, o incluso se eliminan por completo, según los casos. Esto es gracias a que se evita el paso intermedio de almacenaje de la mercancía. Esto también supone un importante ahorro de costes.
  • Se reduce al mínimo la posibilidad de deterioro, accidente o robo, riesgos a los que la mercancía puede estar expuesta en el almacén.
  • Se favorece la eliminación de los stocks, puesto que la mercancía no se acumula. 

Por ese motivo, muchos operadores logísticos han implementado ya este sistema o se lo plantean como parte de su estrategia para ganar productividad.

 

Así es un proceso de cross docking

Para poder aplicar un proceso de cross docking con éxito se requiere una planificación muy eficiente y un control total de los tiempos.

De manera esquemática y para que resulte más sencillo comprenderlo, el proceso podría resumirse en 3 pasos:

  • Recepción: llega el transporte con la mercancía al correspondiente muelle, conectado con la terminal de cross docking.
  • Preparación: se procede a la identificación de los productos, se clasifican, se ordenan y se distribuyen según sus destinos de salida. 
  • Expedición: los productos se cargan en el transporte de salida y se envían al cliente final.

Pueden distinguirse dos tipos de cross docking, en función de si la mercancía necesita ser manipulada o no para su expedición. Hablamos, por tanto, de 

  1. Cross docking predistribuido: la mercancía llega organizada por el proveedor y pasa directamente a los puntos de entrega, sin que sea necesaria otra preparación.
  2. Cross docking consolidado: la mercancía no viene preparada y necesita pasar por una estación intermedia donde se prepara para el envío al cliente final. 

Como se puede ver, en ningún momento la mercancía se almacena. Solo en algunos casos, y de manera transitoria, puede pasar a una zona de espera. En cualquier caso, si el proceso está optimizado, no deberían pasar más de 24 horas entre la recepción y la expedición. 

 

Cómo implantar un cross docking

Como cada vez que se va a hacer una inversión importante, lo principal es contar con un equipo profesional que realice la valoración y diseñe el cross docking adecuado para cada caso.

Es importante tener en cuenta que implantar un cross docking supone un cambio organizativo importante, que requerirá el compromiso de todos los operadores de la cadena para que funcione correctamente. 

Además, es necesario contar con las herramientas digitales adecuadas e integrarlas en el SGA. De ese modo se puede controlar el tránsito de cada producto en las fases de recepción, preparación y expedición. 

Con todo lo expuesto, esperamos haber aclarado más sobre el cross docking y por qué puede ser una solución para tu almacén. 

¿Necesitas asesoramiento? Cada almacén es diferente, por eso lo mejor es que te pongas en contacto con nosotros y veamos cuáles son las soluciones a medida para el tuyo. 

Logística productos perecederos

Desafío logístico: gestión de productos perecederos

Uno de los retos más interesantes relacionados con la logística de almacén es la gestión de productos perecederos.

Dada la naturaleza de ese tipo de mercancías, habitualmente relacionadas con el sector alimentario, es fundamental garantizar la trazabilidad y las condiciones durante todo el recorrido por la cadena de suministro, para que llegue al consumidor final en condiciones óptimas. 

Hoy queremos que conozcas más de cerca el desafío logístico que supone la gestión de productos perecederos y cuáles son sus claves.

 

¿Qué son los productos perecederos y semiperecederos?

Los productos perecederos son aquellos que tienen una duración limitada en el tiempo, generalmente corta.

Para conservarse en buenas condiciones necesitan unas condiciones específicas de temperatura, humedad, presión y luz (en función del tipo de producto) a lo largo de todo su viaje por la cadena de suministro. 

Si no se dan esas condiciones, los productos perecederos aceleran el proceso de descomposición natural, activado por la acción de microorganismos vivos (como hongos y bacterias) y enzimas. 

Estos cambios producen variaciones en el color, el olor y la textura de los productos. Pero además de alteraciones organolépticas, el riesgo mayor es que no sean aptos para el consumo humano. En último término pueden producir intoxicaciones. 

Son productos perecederos:

  • Carnes rojas y blancas.
  • Embutidos.
  • Pescados y mariscos.
  • Lácteos y huevos.
  • Frutas y verduras, etc.

Ya sean productos frescos, refrigerados o congelados, es fundamental que los procesos logísticos garanticen que llegan al final de la cadena de suministro en óptimas condiciones. Eso incluye la producción, almacenamiento, transporte, distribución y comercialización.

Pero, además, hay que tener en cuenta los semiperecederos. Son productos en cuya composición hay un menor porcentaje de agua y, por ello, tienen un proceso de descomposición más lento y una durabilidad mayor: 

  • Frutos secos.
  • Granos y cereales.
  • Legumbres.
  • Procesados con un bajo porcentaje de agua, como galletas o pastas.

Por último, aunque cuando hablamos de este tipo de productos lo más habitual es pensar en el sector de la alimentación, también son perecederas las flores y algunos productos farmacéuticos y químicos.

 

Cómo mejorar la gestión de productos perecederos: casos de éxito

Almacenar y distribuir productos perecederos es uno de los retos logísticos más importantes para una empresa, ya que implica ser capaces de garantizar la trazabilidad y cumplir de manera exhaustiva todas las normativas de seguridad impuestas por las autoridades nacionales y comunitarias.

Hoy en día existen herramientas tecnológicas para poder hacerlo con todas las garantías, pero para ello es necesario pasar de los tradicionales sistemas manuales de control, basados en papel y hojas de Excel, que todavía se utilizan en muchos almacenes, a sistemas automatizados que permitan un control total de todos los procesos. 

Las soluciones deben ser personalizadas, adaptadas a cada empresa, pero en la mayoría de los casos la optimización de los procesos pasa por implantar un Software de Gestión de Almacén que permita centralizar las operaciones (lee aquí para saber cuándo necesitas un Software de Gestión de Almacén).

A partir de ahí, y para amortizar el SGA, se pueden implantar otros sistemas que mejoran la eficiencia.  Por ejemplo, el picking por voz mejora la operativa en aquellos casos en los que es imprescindible ganar velocidad.

Otra posibilidad son las tecnologías de identificación por radiofrecuencia (RFID), que permiten transmitir información de manera muy rápida y precisa, algo fundamental en el manejo de mercancías perecederas. 

En SCM hemos llevado a cabo numerosas intervenciones en empresas cuya operativa incluía la gestión de perecederos. Estos son dos ejemplos en los que se optimizaron los procesos implantando herramientas digitales.

 

Covalco

Una empresa con más de siete décadas de trayectoria que en la actualidad cuenta con ocho plataformas logísticas repartidas por el territorio nacional, dedicadas a la distribución de alimentos. 

En este caso se necesitaba implementar herramientas tecnológicas con flexibilidad suficiente para cubrir necesidades presentes y futuras. 

La intervención pasó por implantar un SGA para pasar de los anteriores sistemas de preparación manual de pedidos a la gestión automatizada, con picking por voz y reposiciones online. De ese modo se tiene el control total de los inventarios, la preparación de pedidos y la trazabilidad. Para saber más, pincha aquí.

Covalco logística productos perecederos

 

Expafruit

Se trata de una empresa dedicada a la transformación de frutas y desarrollo de productos para el sector lácteo, heladería, pastelería, etc. La limitación que implican las fechas de caducidad exigía una optimización de la logística de sus dos líneas de productos: una enfocada a consumo directo y otra a clientes industriales.

Tras contactar con SCM, planteamos una solución global para ambas líneas. Se abandonó la logística basada en papel y se implantó TWO, un software de gestión de almacenes  muy intuitivo y fácil de utilizar por cualquier operario. 

Con una gestión a base de tecnología de radiofrecuencia se optimizó la gestión del stock. Y todo ello se integró en el SGA. Pincha aquí para conocer más

Proyecto Expafruit logística productos perecederos

 

¿Necesitas optimizar la gestión de productos perecederos en tu almacén?

Con las soluciones tecnológicas disponibles, es posible lograr un control total de todos los procesos. Para ello es necesario realizar una valoración previa para conocer las necesidades y diseñar la estrategia adecuada para cada caso.

¿Necesitas más información? Ponte en contacto con nosotros y estudiamos las soluciones. 

Automatizar un almacén

Como automatizar un almacén: ventajas

¿Te estás preguntando cómo puedes sacarle aún más rendimiento a tu almacén? Si tu organización ha tocado techo, la solución está en automatizar o mecanizar procesos para hacerlos más eficientes.

Más velocidad, más precisión, menos errores. La automatización amplía la capacidad operativa de tu almacén y hará que dé un salto en la calidad del servicio reduciendo los costes.

¿Te interesa saber más? 

Veamos de cerca cuáles son las ventajas de automatizar un almacén.

 

Aumenta la eficacia con la automatización de tu almacén

Lo estamos viendo. Cada día que pasa aumenta la exigencia del mercado y, tanto almacenes como plataformas logísticas, deben prepararse para ofrecer respuestas rápidas y eficaces en la gestión de la mercancía. 

La competitividad no es una opción, sino una necesidad para mantenerse en el mercado. 

Un almacén automático utiliza maquinaria robotizada para todos o gran parte de sus procesos: recepción de la mercancía, transporte y almacenaje, preparación y expedición de pedidos.

Todo ello está controlado por un software integrado en el SGA o Software de Gestión de Almacén, que permite monitorizar todas las fases de forma centralizada.

 

Toma nota de las ventajas de automatizar

Hay muchos motivos para decidirse a estudiar la posibilidad de crear un almacén automático.

En la mayoría de casos, el crecimiento de la empresa y el aumento de pedidos hace que la gestión sea cada vez más compleja. Para poder continuar (con garantías de ofrecer un servicio de calidad) es necesario dar un salto hacia la automatización.

No obstante, la “automatización” en genérico es un concepto muy amplio que abarca diferentes grados. Pueden implantarse automatizaciones progresivamente, mejorando procesos en función de las necesidades.

Estos son los principales beneficios de automatizar un almacén:

  • Más velocidad a la hora de procesar pedidos.
  • Posibilidad de gestionar operaciones más complejas.
  • Optimización del espacio.
  • Más seguridad para los trabajadores.
  • Aumento de la productividad, al eliminar tareas rutinarias de poco valor añadido.
  • Reducción de costes.
  • Reducción de errores y mayor calidad del servicio.
  • Capacidad de asumir más trabajo en picos de actividad, como las ventas estacionales.

Por tanto, ¿merece la pena invertir en la automatización del almacén?

El coste de un proyecto de automatización es variable (lógicamente) en función del nivel de automatización que se implante. Y este debe estar ajustado a las necesidades específicas de cada almacén, dejando contempladas futuras ampliaciones, si se diera el caso.

Siendo conscientes de que es una inversión importante, lo fundamental es contactar con un equipo profesional que valore las necesidades y proponga un proyecto a medida que pueda facilitar el retorno de la inversión en el menor plazo posible. 

 

Qué operaciones se pueden automatizar en un almacén

En un almacén se desarrollan distintos tipos de actividades, y todas ellas son susceptibles de mejorar con automatizaciones. Veamos algunas posibilidades:

 

Recepción de la mercancía 

Quizás sea la fase en la que las automatizaciones son más básicas, pero aún así se puede optimizar. 

Las cintas o fajas transportadoras, también llamadas conveyors, agilizan el transporte de la mercancía para introducirla en el almacén.

En otros casos, pueden diseñarse muelles de carga especiales, plataformas con capacidad de cargar y descargar palets de forma automatizada.

 

Almacenamiento

Optimizar el espacio del almacén es una prioridad cuando se trata de ahorrar costes. 

Si estamos automatizando las instalaciones y contamos con un SGA para mantener el control, implantar un sistema de organización caótico es una opción: nos permitirá aprovechar todo el espacio de forma cien por cien efectiva. 

Con este sistema, se asignan las ubicaciones de manera flexible, según las necesidades puntuales, sin que haya un lugar predeterminado para cada tipo de mercancía. 

Por otra parte, se pueden implantar sistemas para colocar y extraer mercancías de las estanterías. Uno de ellos es el llamado miniload, que integra las estanterías, el transelevador para elevar las cargas hasta la altura requerida y transportadores de rodillos para desplazamientos horizontales. 

 

Transporte

Dentro del almacén, el desplazamiento de la carga es una de las tareas que más recursos consumen. 

Puede optimizarse instalando transportadores automáticos para palets o para cajas, que comuniquen distintas áreas del almacén.

Otra posibilidad son las lanzaderas: ofrecen más velocidad y son muy utilizadas para llevar la mercancía a las distintas estaciones.

 

Preparación de mercancías 

Hay diferentes tipos de picking, o lo que es lo mismo, el conjunto de procesos necesarios para la preparación de un pedido.

El sistema más básico es el control manual basado en papel, que obviamente es un sistema a desterrar en un almacén automatizado. Otras opciones con distinto grado de automatización, son:

  • Los terminales de radiofrecuencia.
  • Pick to light y put to light, basado en indicadores luminosos.
  • El picking por voz, uno de los sistemas más extendidos que, al ser “manos libres” agiliza los procesos.
  • Realidad aumentada, el más avanzado.

Te invitamos a conocer más sobre cada uno de estos sistemas y cómo elegir el tipo de picking según el tamaño de tu negocio. 

 

Control y gestión

Para hacer un seguimiento de todas las tareas que se desarrollan en el almacén, es imprescindible tener un módulo de gestión de almacén integrado en el SAP.

El SAP es el software que centraliza todas las áreas de actividad de tu empresa, para controlarlas desde una única base de datos. 

Una de sus ventajas es que es un sistema modular, es decir, se puede hacer “crecer” añadiendo distintas funcionalidades según se vayan necesitando (puedes leer más sobre qué es SAP y qué puede hacer por tu empresa).

La forma de gestionar tu almacén automatizado pasa por implantar un módulo SAP para la gestión de almacén: SAP WM (Warehouse Management) o EWM (Extended Warehouse Management).

Tienen distintas funcionalidades pero ambos centralizan toda la información relativa a la gestión de almacén para poder disponer de información en tiempo real: gestión de stock, control del picking, ubicaciones, etc.

Lee aquí para tener más información sobre qué aporta SAP WM frente a SAP EWM a la hora de gestionar tu almacén.

 

¿Pensando en automatizar tu almacén? Empieza por aquí

El primer paso para una operación de ese calibre es contar con el asesoramiento de un equipo profesional con experiencia. 

Y en eso podemos ayudarte. Ponte en contacto con nosotros y te propondremos soluciones.

Logística en la nuve

¿Qué es la logística en la nube? Pros y contras

El cloud computing ha llegado para quedarse. En todos los sectores, incluido el logístico, las soluciones en la nube son una opción cada vez más ofrecida por proveedores de software y demandada por clientes. Pero ¿tienes claro en qué consiste la logística en la nube?

Te explicamos qué es y cuáles son sus principales ventajas.

 

Logística en la nube: qué es y por qué no dejamos de oír hablar de ella

A medida que avanza la logística 4.0, aumenta la oferta de productos “en la nube” por parte de los proveedores de software.

¿Qué quiere decir esto? ¿A qué se refieren? ¿En qué se diferencia de otro tipo de software? ¿Cómo saber qué te conviene más?

A la hora de decidirse por una herramienta digital u otra, aún existen dudas sobre la computación en la nube y sus implicaciones, no solo en el sector logístico.

Básicamente, la cuestión es esta: dónde se alojan los datos de nuestro sistema, si en nuestras propias instalaciones o en un lugar virtual, esto es, la nube.

Por eso, cuando necesitamos algún producto de software para nuestra empresa, es habitual que nos propongan dos opciones: almacenamiento en la nube (cloud) y almacenamiento local (on premise).

En el primer caso (cloud) los datos se alojan en un servidor externo propiedad del proveedor. Por tanto, no necesitas un espacio físico en tu empresa para ubicar tus propios servidores, sino que accedes desde cualquier lugar a ese servidor que te proporciona el servicio.

A diferencia de lo anterior, la opción on premise implica que los datos se almacenan en un servidor de tu propiedad, físicamente ubicado en tu empresa. 

Obviamente esto tiene más implicaciones que ahora veremos un poco más de cerca.

¿Y por qué cada vez nos ofrecen más productos en la nube? Porque el cloud computing lleva años expandiéndose y ofreciendo múltiples ventajas. 

Si bien tiene aspectos que mejorar, lo cierto es que supone una opción más económica, igualmente funcional y con más facilidades de implementación, por tanto la mayoría de proveedores ya incluyen la versión cloud junto a la on premise.

 

5 puntos a favor de las soluciones logísticas en la nube

Dentro de la cadena de suministro hay muchos procesos que deben ser digitalizados mediante la implementación de un software específico. 

Las soluciones en la nube, ofrecidas como un servicio de pago periódico, han ganado mucho terreno en los últimos años, aunque no han desplazado (o no todavía) a las soluciones on premise

Estas son las principales razones a favor de la logística en la nube:

 

1. Es más económica

Se trata de herramientas a las que se accede como un servicio de pago periódico, por lo que no hay que hacer el desembolso, normalmente bastante elevado, para adquirir el software, hardware, licencias y otros extras.

 

2. Sin mantenimiento

No hay gastos de mantenimiento porque este corre a cargo de la empresa proveedora. Eso incluye la gestión de copias de seguridad, soporte, solución de incidencias, etc. Conviene leer la letra pequeña del servicio para evitar sustos.

 

3. Mayor adaptabilidad

En ocasiones necesitamos ampliar la cobertura de los servicios contratados. Esto es más sencillo con los servicios en la nube, que tienen más opciones para diseñar “a la carta” lo contratado, y aumentar o recortar en función de las necesidades puntuales. 

En la versión on premise adquirimos un número determinado de licencias, por lo que la flexibilidad en este sentido es menor. 

 

4. Fácil implementación

Básicamente se necesita conexión a internet con un ancho de banda suficiente en los equipos en los que se instale. A partir de ahí, todos los equipos se configuran para establecer comunicación con el servidor general en la nube.

 

5. Movilidad

Se puede acceder a los datos desde cualquier ubicación y con cualquier dispositivo. En según qué casos, esto es una ventaja importante.

 

¿Y qué más hay que tener en cuenta?

Algo importante es comprobar la conexión a internet antes de contratar un servicio en la nube, ya que para que todo funcione es imprescindible una conexión sin fluctuaciones. 

En zona urbana esto no es un problema, y tampoco debería serlo (teóricamente) si la empresa está instalada en un polígono industrial convenientemente dotado de servicios, fibra entre ellos. 

Pero si la empresa está en el extrarradio o en otro tipo de ubicación, sí pueden plantearse dificultades. Por tanto, es algo a comprobar en caso de que se esté estudiando alguna opción cloud.

Otro punto que suele provocar dudas es la seguridad. Muchos clientes se preguntan qué va a pasar con sus datos, si van a estar custodiados con garantías, si puede haber fugas de información, o si hay posibilidades de que sus copias de seguridad no se guarden correctamente.

La verdad es que una opción en la nube puede ser incluso más segura que un servidor local, simplemente porque cuentan con el personal y la tecnología adecuados. ¿Que puede haber fallos? Sí, puede (ningún sistema es 100% seguro), pero la probabilidad es baja. 

En cambio, en el caso de un sistema on premise es el cliente quien asume la responsabilidad del mantenimiento del servidor, realizar las actualizaciones, etc., clave para garantizar la seguridad.

 

¿Cuál es tu opción, on premise o cloud?

Como en todos los sectores, en logística también existe la posibilidad de elegir software en la nube para implantar sistemas de gestión de almacén, entre otras funcionalidades.

Para saber qué conviene más en cada caso, lo mejor es realizar una valoración profesional y estudiar las distintas posibilidades. ¿Quieres que hablemos? Contacta con nosotros, cuéntanos qué necesitas, y te proponemos soluciones.

Diseño layout almacén

7 claves para diseñar un layout de almacén + ejemplos

¿Sabes que tener el mejor diseño posible de almacén con un buen layout puede ahorrarte mucho tiempo y dinero? 

Y al revés, si no tienes un diseño de almacén optimizado, vas a perder eficiencia en las operaciones, habrá retrasos en las entregas y más posibilidad de errores.

Por tanto, hoy queremos contarte lo básico que tienes que tener en cuenta para saber cómo se diseña un almacén logístico, o lo que es lo mismo, cómo crear un layout.

Sigue leyendo y te lo explicamos.


¿Pensando en diseñar tu almacén? Primeros pasos

Si te estás planteando el diseño de tu almacén, seguramente te encontrarás en uno de estos tres casos:

  1. Vas a empezar a diseñarlo. Tienes unas nuevas instalaciones y, con ello, la posibilidad de crear desde cero toda la estructura organizativa de tu almacén.
  2. Ya tienes un almacén, pero hay aspectos poco operativos o que se han quedado obsoletos y estás pensando en reorganizarlo para ganar efectividad.
  3. Tu almacén se ha quedado pequeño, vas a ampliar instalaciones añadiendo espacio extra. Es el momento de hacer algunos cambios.

En todos estos casos, te encuentras en un punto crucial: definir lo que en logística se llama el layout de almacén, que es lo mismo que la disposición u organización de todas sus partes. 

Para ello, lo primero es hacer un estudio de la situación. ¿Qué necesita la empresa? ¿Con qué instalaciones cuenta? ¿Está en un momento de expansión y es necesario prever nuevas necesidades a corto plazo? 

Veamos qué factores hay que tener en cuenta.


7 claves para un buen diseño de almacén

Para diseñar un almacén hay que jugar con muchas variables, con el objetivo de buscar un equilibrio que permita sacar el mayor rendimiento posible. Estos son los 7 factores principales a tener en cuenta:


1. El flujo de mercancías

¿Cuál es la vía de entrada y salida de mercancías? Existen distintos diseños de almacén en función del recorrido que hacen los productos desde su llegada a su expedición. 

En el caso más sencillo, el flujo es en línea recta, pero también existen almacenes en forma de U, en el que la mercancía entra y sale por el mismo lado. Y hay otros diseños más complejos, normalmente en función de las vías de acceso de los camiones de transporte.


2. Productos

Para diseñar el espacio es determinante el inventario: qué tipo de productos se almacenan, cuánto espacio necesitan, qué cantidad es necesario aprovisionar y durante cuánto tiempo, cuáles son los plazos habituales de rotación, etc.

Sumado a eso, determinar el stock óptimo para no acumular mercancía innecesariamente pero tampoco tener roturas de stock, es otra de las claves de la distribución del espacio.


3. Desplazamientos

El diseño de almacén debe analizar las rutas internas para trazar las más efectivas.

Mover mercancía de un punto a otro del almacén consume muchos recursos (tiempo, mano de obra, uso de maquinaria, electricidad, etc). Un diseño optimizado puede mejorar el flujo interno de mercancías, reducir desplazamientos y ahorrar costes. 

Además, cuanto menos se muevan los productos, menos riesgo hay de deterioro.


4. Almacenamiento

En este punto se define el tipo de estantería o instalación que se necesita para albergar la mercancía. El diseño está en función del peso de los productos, si son o no perecederos, cuál es su tipo de embalaje, y otros factores.


5. Maquinaria

Se realiza el estudio de los medios técnicos que se necesitan para la manipulación de la mercancía dentro del almacén: tipos de transpaletas, carretillas elevadoras, vehículos de guiado automático, etc.


6. Proyección

No hay que pensar solo en el almacén de hoy, también en el de mañana.

Un buen diseño debe contar con una previsión de crecimiento para no tener que hacer más cambios a corto plazo. La planificación actual también puede dejar prevista una futura ampliación, es decir, cuáles serían las opciones si fuese necesario añadir más espacio.


7. Seguridad

El diseño tiene que estar pensado para evitar accidentes y contemplar las medidas de emergencia. Hay más factores, como la utilización de los EPIS correctos o la formación del personal, pero la distribución del espacio también es clave para la prevención de riesgos laborales en el centro del trabajo.


Objetivos del layout: ejemplos de mejoras de diseño de almacén

Cuando trabajamos en la creación u optimización del diseño de un almacén, esto es lo que buscamos: 

  • El máximo rendimiento con la mínima inversión posible.
  • Optimizar el uso de la superficie disponible.
  • Analizar el flujo dentro del almacén y optimizar la cadena de suministro.
  • Mejorar la gestión del inventario.
  • Simplificar los desplazamientos internos.
  • Tener el control sobre la trazabilidad de los productos.
  • Asegurar la comunicación óptima entre todos los operadores.

Para explicar cómo es el proceso de optimización de un almacén, lo mejor es poner como ejemplo alguno de nuestros proyectos:

En Novavenda, una compañía con un almacén de más de 8000 m2, movimiento de cerca de 50 camiones diarios y más de 6000 referencias de productos, el objetivo principal era poner orden en el almacén para ganar velocidad en la preparación de pedidos y reducir el número de errores. 

Tras el análisis correspondiente y la implementación de un SGA, picking por voz con radiofrecuencia y otras soluciones, se logró mejorar exponencialmente la eficiencia logística. Aquí tienes los detalles del proyecto.

Otro caso es el de Inoxpa, un grupo empresarial de Banyoles (Girona) que se dedica a la fabricación y comercialización internacional de componentes de acero inoxidable. 

El crecimiento de la compañía fue introduciendo cambios en la actividad de la central, por lo que fue necesario diseñar un nuevo almacén junto a las instalaciones existentes, teniendo en cuenta las necesidades que habían ido surgiendo. 

Posteriormente se implantó un SGA adaptado a la actividad para controlar el 100% de los movimientos. Lee aquí para conocer más sobre este proyecto.

Como vemos, normalmente la optimización del diseño de un almacén se complementa con un SGA para tener el control sobre todos los procesos, retirando la logística basada en el papel (donde aún se utilizan las tradicionales hojas de Excel) para pasar a la gestión digitalizada. 

Consulta aquí más proyectos realizados por SCM Logística.


Con estas claves, optimiza el diseño de tu almacén y gana efectividad

Tanto si vas a crear tu almacén desde cero como si necesitas optimizar las instalaciones en las que ya estás trabajando, es fundamental ponerse en manos profesionales con los conocimientos técnicos más la experiencia de haber desarrollado con éxito proyectos de reorganización de almacenes de muy distinto tipo.

Si te encuentras en ese momento, consúltanos. Tenemos un servicio de diseño de almacén  y te proporcionamos la mejor alternativa de layout con los sistemas de almacenaje que mejor se adapten a tu logística, para que tu empresa dé el cambio que está necesitando.

Consultor SAP logística

Consultor SAP: qué es y cuáles son sus funciones

Seguro que te has dado cuenta: en los últimos años estamos viendo un aumento de la demanda de este tipo de perfil profesional, el consultor SAP. 

Sin embargo, si preguntamos qué es un consultor SAP, cuáles son sus funciones y, sobre todo, qué puede hacer por tu empresa… las cosas ya no están tan claras.

No hay problema. Este post es lo que necesitas para resolver tus dudas.

 

Consultor SAP: por qué es un perfil tan demandado

El perfil de consultor SAP es uno de los más solicitados en los últimos años por una sola razón, y es que no deja de aumentar la demanda de estos sistemas de gestión en la empresa.

Esto es así porque las empresas son más conscientes de la ventaja competitiva que supone disponer de una herramienta que proporcione el control total de la compañía. 

Tener disponibilidad de toda la información relevante en tiempo real permite ahorrar costes, optimizar procesos, sintetizar las comunicaciones internas y disponer de datos fiables para tomar decisiones.

Pero para implementar SAP, un paso previo fundamental es contactar con un consultor especializado que analice nuestro proyecto, concrete los objetivos y diseñe cuál va a ser la estrategia a seguir.

Pero antes de profundizar más en las características del perfil de consultor, ¿qué tal si recordamos de manera muy breve qué es SAP?

 

Software de gestión SAP: centraliza la gestión de tu empresa

En realidad SAP es el nombre de una empresa alemana especializada en la creación de soluciones de software para empresas, y acrónimo de Systems, Applications and Products. Hoy en día, es una referencia internacional en productos informáticos. 

Es fabricante y proveedor de software ERP (Enterprise Resource Planning), que son sistemas diseñados para centralizar todas las actividades de la compañía en una sola herramienta.

Uno de los ERP más extendidos y valorados por las empresas es SAP.

De ese modo, desde una base de datos única, se puede tener el control de toda la organización, sin importar su tamaño, ya que puede implementarse tanto en pymes como en grandes empresas.

Todos los departamentos pueden integrarse en una única plataforma, con una ventaja fundamental: no es necesario hacerlo todo a la vez, sino que puede implementarse por módulos en función de las necesidades particulares de cada empresa.

De esa manera, SAP crece “a medida”.

Pincha aquí para saber más sobre qué es el software de gestión SAP y qué puede hacer por tu empresa. 

 

El perfil de consultor SAP

Cualquier empresa que esté pensando en implementar SAP, lo primero que tiene que hacer es contactar con un consultor profesional y ponerse en sus manos. 

¿Por qué?

Porque es necesario que una persona haga de puente entre el nuevo sistema y la empresa, tanto para diseñar la estrategia como para supervisarla y ayudar a la transición que supone este cambio.

No nos referimos solo a los aspectos técnicos, sino también al cambio de cultura organizativa que implica.

Para ser consultor SAP es necesario formarse para superar un examen de certificación internacional que expide la propia empresa SAP. Con esa certificación ya es posible realizar consultorías, análisis e implementaciones de soluciones SAP.

 

Funciones del consultor SAP

La primera tarea del consultor SAP es conocer y comprender los procesos internos de la empresa, porque solo así podrá diseñar la mejor estrategia.

Eso supone estudiar la estructura y familiarizarse con cada departamento, definiendo las funciones de cada uno y la relación entre ellos. Conocer la organización previa es fundamental para poder establecer el SAP capaz de optimizarla.

Ampliando el radio de conocimiento, debe familiarizarse con el sector y sus necesidades específicas. También, tiene que saber cómo se relaciona la empresa con agentes externos, tanto clientes como proveedores, e incluso analizar a la competencia para tener mayor visión sobre las posibles mejoras.

Una vez realizado el estudio previo, el consultor SAP adapta el programa informático a la empresa. 

Se trata de una herramienta muy amplia, por lo que se debe decidir qué módulos son necesarios, en función del tamaño de la empresa, actividad, etc., teniendo en cuenta que las funcionalidades pueden ampliarse en el futuro si cambian las necesidades.

Por último, y teniendo en cuenta que la implementación de SAP supone un cambio organizativo importante, el consultor debe facilitar la adaptación, poniendo los medios para una transición sencilla.

De forma resumida, estas son las principales funciones del consultor SAP:

  • Conocer a fondo la empresa en la que va a implantar el sistema, su estructura interna y su organización.
  • Analizar el sector en el que opera la empresa y sus conexiones externas.
  • Diseñar la configuración SAP que mejor se adapta a las necesidades específicas de la empresa.
  • Formar a los trabajadores y directivos para que se integren en la nueva organización y puedan obtener el mejor rendimiento.

En resumen, debe no solo implantar SAP, sino asegurarse de que el personal de la empresa adquiere los conocimientos necesarios para funcionar de manera autónoma.

Normalmente el consultor SAP es un trabajador externo que se ocupa de gestionar proyectos puntuales y se acude a él cuando se va a implantar un SAP o ampliar las funcionalidades de un sistema ya en uso.

 

¿Necesitas saber más sobre SAP o realizar algún tipo de consultoría? 

Tenemos amplia experiencia en logística, así como integración e implantación de soluciones y conocimiento de SAP.

Simplemente ponte en contacto con nosotros. Coméntanos cuál es tu proyecto y qué necesitas, y nuestro equipo te propondrá soluciones.

Etiquetas logísticas

Etiquetas en almacén: código de barras vs. RFID

¿Es posible acceder a toda la información de un producto de tu almacén? Origen, fecha de entrada, existencias, ubicación, caducidad, destino… ¿Y además, disponer de esos datos en tiempo real? 

¿Se puede? Se puede. Y por eso hoy vamos ha hablar de la importancia de las etiquetas en logística. 

Y además, vamos a comparar dos sistemas de etiquetado: el código de barras y el RFID, y veremos cuáles son sus pros y contras en el proceso logístico.

 

Principales diferencias entre el código de barras y RFID

Primero, las presentaciones. ¿Qué es el código de barras y el RFID?

El código de barras lleva muchos años siendo un sistema eficaz para la organización de los productos en almacén y para controlar su trazabilidad. Todos estamos familiarizados con estos códigos y podemos identificarlos: una combinación gráfica de líneas paralelas más una secuencia numérica. 

Aunque se patentó en los años 50 del siglo pasado, no fue hasta la década de los 80 cuando su uso se generalizó con fines logísticos y comerciales. Huelga decir que supuso una revolución en el sector.

Con ese sistema de etiquetado se podía controlar cada producto individualmente. La lectura de la información que contenía el código revelaba toda la información necesaria para ubicarlo en la cadena de suministro. 

Supuso un aumento del control, reducción de tiempos y más eficiencia en todos los procesos, y sigue siendo ampliamente utilizado.

En cambio, la tecnología RFID se basa en la identificación por radiofrecuencia. Tampoco es precisamente nueva, pero su aplicación ha tardado más en generalizarse.

En el caso de la logística y las soluciones de almacén, su aplicación ha crecido sobre todo en la última década, en el contexto de los cambios que trae la logística 4.0 y la progresiva digitalización de todo el sector. 

En este caso, las etiquetas o tags llevan integrado un chip de almacenamiento que contiene toda la información del producto. Si quieres saber más, lee aquí cuáles son los 5 principales beneficios de un sistema RFID para tu empresa.

¿Cómo saber, a día de hoy, qué sistema implantar en tu almacén? ¿Cuáles son las diferencias entre un sistema y otro? Vamos a contarte las más relevantes:

 

1. Información que contiene cada etiqueta

El código de barras tiene más limitaciones en cuanto a la cantidad de información que contiene. Además, una vez impresos los códigos, ya no hay posibilidad de modificarlos en el caso de que algún dato varíe. Es decir, no se pueden reescribir.

Las etiquetas RFID tienen una capacidad mucho más amplia. Además, el chip es una tecnología de lectura y escritura, de forma que puede modificarse la información contenida las veces que sea necesario. Son más versátiles por ese motivo, y tienen una vida más larga.

 

2. Modo de lectura

Para leer los códigos de barras hace falta un lector fotoeléctrico. El código debe situarse a una distancia y en una posición correctas para que el lector pueda recibir los datos (es lo que se llama estar en línea de visión) y la lectura se realiza producto a producto. 

Es importante señalar que la mercancía no puede estar en movimiento en el momento de pasar por el lector y generalmente hace falta un operario que lleve a cabo esa tarea.

Las etiquetas RFID emiten una señal que es captada por sensores estratégicamente colocados en puntos de paso. Estos sensores pueden recibir la información de la etiqueta en movimiento, sin necesidad de establecer contacto en línea de visión. 

También permiten muchas lecturas simultáneas. Por lo tanto, no hace falta la intervención de un trabajador para hacer las lecturas una a una. Simplemente, hay que pasar el producto etiquetado por el radio de acción del sensor.

 

3. Seguridad y durabilidad

Las etiquetas con código de barras son muy sensibles. La humedad o la abrasión pueden dañarlas fácilmente y hacerlas ilegibles. Además, son fáciles de manipular, ya que para reproducirlos basta con una impresora. Por todas esas razones, es un sistema de etiquetado económico.

Las tags RFID suponen una inversión mayor (aunque se están abaratando a medida que su uso se generaliza), pero a cambio ofrecen otras prestaciones: mejor conservación y durabilidad, ya que resisten mejor las agresiones que puedan sufrir en almacén. Además, no son fáciles de falsificar y pueden reutilizarse.

Como resumen, estos son los pros y contras más destacados de ambos sistemas:

Código de barras:

  • Pros: Es práctico y de bajo coste. Tiene una amplia implantación, las lecturas son fiables y no requiere gran infraestructura para implementarlo. 
  • Contras: Contiene información limitada y se puede falsificar. Las etiquetas se dañan con facilidad. No permite lectura en movimiento, debe aplicarse el lector individualmente, y en un ángulo correcto.

RFID:

  • Pros: Etiquetas muy resistentes, con gran capacidad para almacenar datos. Permiten reescritura y reutilización. Pueden leerse muchas etiquetas simultáneamente, en movimiento y desde cualquier posición.
  • Contras: Coste más elevado. 

Además, el sistema RFID necesita un software específico, que se vincula al SGA de la empresa y que mejorará aún más la gestión logística. 

Puede parecer una gran inversión, pero un sistema RFID correctamente integrado en el SGA, obtiene un retorno de inversión a corto o medio plazo. Puedes leer más en este post: Cómo amortizar un SGA, así puede ayudarte la tecnología RFID.

 

Etiquetado de productos: ¿te ayudamos a elegir el mejor sistema?

Las soluciones basadas en la digitalización de procesos son las que tienen una proyección mayor a medio y largo plazo. Simplemente porque el futuro apunta en esa dirección.

Así que si estás pensando en implementar un sistema de etiquetado para tu almacén, la tecnología RFID puede ser lo que necesitas.

¿Quieres que hablemos de ello? En SCM somos expertos en soluciones de radiofrecuencia, y gestionamos desde el diseño de los procesos hasta la puesta en marcha del sistema completo. Ponte en contacto con nosotros y cuéntanos tu proyecto. 

Qué es Trazabilidad

Trazabilidad: qué es y cómo garantizarla en tu almacén

Hoy en día, la trazabilidad de los productos es un factor importante a la hora de gestionar un almacén. 

Aunque la ley solo obliga a establecer protocolos de trazabilidad al sector farmacéutico y alimentario, la realidad es que muchas empresas están implantando estos sistemas para mejorar su eficiencia y ofrecer un servicio de mayor calidad a sus clientes.

¿Quieres saber más sobre qué es la trazabilidad y qué puede aportar a tu empresa?

Te lo contamos a continuación.

 

Qué es la trazabilidad y por qué es tan importante

La trazabilidad es el conjunto de procedimientos necesarios para registrar y poder tener acceso al histórico de un producto o lote a lo largo de su paso por la cadena de suministro, es decir, en las etapas de producción, transformación y distribución.

Hay dos tipos de trazabilidad:

  • Interna: se refiere al rastro de un producto a lo largo de su paso dentro de la empresa. El tipo de información que se registra está en función del producto y de los procesos de transformación aplicados: materias primas, maquinaria, operarios, etc.
  • Externa: se refiere al seguimiento en el exterior de la empresa, tanto hacia atrás (proveedor, localización, fecha de entrada, etc.) como hacia delante (fecha de expedición, operador logístico, destino, etc.).

La trazabilidad no es obligatoria para todos los productos. La legislación solo contempla la obligatoriedad en el caso de la industria alimentaria, lo que incluye piensos para consumo animal, y la industria farmacéutica.

No obstante, se está generalizando y muchas empresas implantan sistemas que incluyen trazabilidad. 

¿Por qué?

Por una parte, es un compromiso de calidad por parte de la empresa y una forma de consolidar la confianza del cliente

Por otra parte, la trazabilidad ayuda a detectar cuáles son los puntos débiles de la cadena de suministro, dónde se producen más errores habitualmente, o en qué fase se consumen más recursos. Toda esa información sirve para optimizar la cadena y ganar eficiencia y productividad.

 

Ventajas de la trazabilidad de cara al consumidor final

También es interesante nombrar otro aspecto, y es que para el cliente o consumidor final cada vez tiene más importancia el llamado consumo responsable, y por eso pide conocer el origen de los productos. 

Por ejemplo, muchos consumidores quieren saber la procedencia de los alimentos que compran, ya sea por sostenibilidad (prefieren el comercio de cercanía) o por querer adquirir (o no) productos de una zona determinada. Ocurre algo parecido con otros artículos: interesa saber dónde se ha fabricado una pieza de ropa o unas zapatillas deportivas.

Continuando desde la perspectiva del consumidor, hay otro aspecto a tener en cuenta: el enorme aumento del comercio electrónico globalizado. Quien compra online quiere conocer en todo momento dónde está su artículo, si ya ha llegado al país o si está en tránsito hacia su domicilio. Poder seguir el recorrido de su compra le da confianza.

Por tanto, más allá de la obligación legal para los sectores mencionados y de las cuestiones organizativas de la logística de la empresa, la traza o huella de los productos también es algo de interés creciente para el público en general. 

Refleja un cambio cultural y en los patrones de consumo y es algo que no hay que perder de vista.

 

SGA, o cómo garantizar la trazabilidad logística en un almacén

Para garantizar la trazabilidad de un producto o un lote, es indispensable dejar atrás de manera definitiva la logística basada en el papel, los Excel, las anotaciones, etc., y evolucionar hacia la implantación de herramientas digitales que centralizan el control total de la cadena de suministro.

Muchos operadores logísticos todavía realizan seguimientos de forma manual y no disponen de sistemas que permitan obtener datos instantáneamente. La información se fragmenta aún más en la medida en que entran en juego diferentes proveedores. 

La forma de solucionarlo es implantar un sistema de trazabilidad vinculado a un SGA, que permitirá registrar el recorrido de cada producto o lote desde que se recibe la materia prima hasta que el producto es expedido hacia su destino final.

Es decir, una herramienta estandarizada que concentre toda la información y la centralice en un solo canal, para que esté disponible en tiempo real para cualquier eslabón del proceso logístico.

Implementar un sistema de trazabilidad en almacén pasa por los siguientes pasos:

  • Realizar un estudio previo para concretar las necesidades.
  • Implantar un sistema de identificación de los productos para poder realizar el seguimiento. Por ejemplo, con etiquetas RFID, capaces de registrar gran cantidad de datos y transmitirlos por radiofrecuencia. 
  • Gestionar la información mediante un sistema de gestión de almacén, o SGA. Tienes más información en este post: Cómo amortizar un SGA: así puede ayudarte la tecnología RFID.

Instalar un software para controlar la trazabilidad permite mejorar la seguridad, optimizar todos los procesos, tener un control total del stock y obtener métricas relevantes para la toma de decisiones empresariales.

En definitiva, otorga una ventaja competitiva a tener en cuenta para tu negocio. 

 

¿Pensando en implantar un sistema de trazabilidad en tu almacén?

Existen soluciones tecnológicas adaptadas para cada empresa y cada necesidad, por tanto no te quedes con dudas. 

En el caso de que estés valorando la posibilidad de implantar un sistema de trazabilidad, te invitamos a que te pongas en contacto con nosotros. Nuestro equipo profesional puede brindarte asesoramiento para tomar la mejor decisión para tu empresa.