Cuando se plantea una inversión importante en una empresa, como puede ser la implantación de un SGA (Sistema de Gestión de Almacén), hay que tener la vista puesta en la amortización.
Calcular los plazos de Retorno de la Inversión (ROI) en una solución de SGA es una de las primeras preocupaciones de nuestros clientes y debe ser una parte del planteamiento profesional de cualquier proyecto.
Como es lógico, los números dependen de cada caso concreto y sus características, pero vamos a tratar de desarrollar en este post algún concepto más que puede ayudar en la amortización de la inversión. Nos referimos al sistema RFID.
¿Qué es y cómo puede ayudar a recuperar lo invertido? Vamos a verlo todo un poco más de cerca.
Qué es el ROI o cómo amortizar tu inversión en un SGA
El ROI o Retorno de la Inversión (en inglés, Return Of Investment), es la métrica que calcula el rendimiento de una inversión, comparando el gasto que ha supuesto con el beneficio obtenido.
Es una métrica básica para estimar si una inversión va a resultar rentable o no y debe calcularse siempre para evaluar un proyecto.
Dicho de una manera muy simple, si obtenemos un ROI menor o igual a cero, significa que nuestro proyecto no tiene visos de resultar rentable, mientras que si el ROI nos da cifras por encima de cero, podemos valorar seriamente la posibilidad de realizar esa inversión.
¿Qué retorno de inversión podemos esperar de un proyecto de SGA?
Más del 85% de los proyectos recuperan la inversión en un plazo entre 6 y 12 meses (pincha aquí para ver los porcentajes estimados de ROI en un proyecto de SGA).
Es importante señalar que para obtener buenos resultados, es decir, para que la implantación de un SGA sea un éxito en el largo plazo, debemos hacer un análisis previo para determinar cuáles son las necesidades logísticas de cada almacén y diseñar un SGA con soluciones a medida.
La experiencia nos dice que las necesidades genéricas son comunes, pero lo que va a marcar la diferencia es la optimización del detalle, analizando los recursos disponibles y eligiendo soluciones específicas para cada departamento logístico.
Si quieres ampliar información sobre esto, puedes leer cuáles son los 3 aspectos clave al contratar un SGA.
Factor diferenciador: optimizar la comunicación de datos
Caminamos hacia una total digitalización de la cadena de suministro. En esa dirección van todas las tecnologías integradas en lo que se ha llamado la supply chain 4.0.
Aunque la implementación de sistemas se desarrolle a distintas velocidades, todas las empresas son conscientes ya de la necesidad de incorporar sistemas de software que les permitan afrontar la demanda de un mercado muy exigente.
Dentro de la cadena de producción, existen diferentes sistemas para controlar distintos procesos. Desde los software que monitorizan la fase de producción en fábrica (los MES), o los procesos de gestión empresarial (los ERP) o los de gestión de almacén (los SGA).
Pero lo más importante de los sistemas de automatización que se implementen es que funcionen con una perfecta coordinación, de esa forma se podrá optimizar su rendimiento y conseguir los mejores resultados en el retorno de la inversión.
En el caso que nos ocupa, una de las claves de la amortización de un SGA está en la implantación paralela de otros sistemas que complementen la automatización que estamos llevando a cabo. Es importante llevar la digitalización a todos los eslabones de la cadena, porque evitando cualquier gestión manual, evitaremos errores logísticos.
Por eso, uno de los pilares de la implementación de un software de gestión, es el trabajo en tiempo real con captura de datos mediante RFID
Más efectividad con tecnología RFID
Las soluciones basadas en la identificación por radiofrecuencia o RFID permiten realizar intercambios de información de manera más precisa, rápida y fiable.
Se trata de utilizar lo que se llaman etiquetas inteligentes, que son en realidad identificadores de radiofrecuencia. En esa etiqueta smart se contiene toda la información del producto de forma que esté disponible cuando se necesite, en cualquier punto de la cadena logística.
La ventaja con respecto a otros sistemas, como por ejemplo el más tradicional código de barras, es que para acceder a la información solo se necesita que el producto y su etiqueta estén cerca de un lector para que este pueda obtener los datos que necesita.
Es decir, no se necesita contacto entre el lector y la etiqueta. Es lo que hace que los lectores de código de barras resulten en ocasiones poco operativos (por ejemplo, con productos que están en movimiento).
Con RFID basta con colocar lectores en puntos estratégicos de la cadena para que efectúen las lecturas correspondientes sobre la marcha y asegurar así que todo el proceso está siendo el correcto.
Estos sistemas RFID son altamente efectivos si están bien integrados en el SGA y obtienen un ROI a corto o medio plazo que justifica la inversión.
La comunicación automatizada entre el sistema de gestión de almacenes y el sistema RFID de etiquetado permite tener el control en todo momento de la mercancía en almacén.
Desde el primer momento se ahorra tiempo y dinero, ya que los stocks pueden ser muy precisos y ajustados a la necesidad real, evitando las temidas “roturas” que impiden emitir productos y que tanto daño pueden hacer en la imagen de la empresa y en la confianza de los clientes.
El SGA, una solución necesaria y amortizable
Con una demanda que no deja de crecer, cada vez más empresas son conscientes de la necesidad de implementar un SGA ajustado a sus necesidades, que mejore su gestión logística y les aporte ventajas competitivas.
¿Es tu caso? Si te estás planteando implementar uno de estos sistemas es importante que recibas asesoramiento profesional. Para eso puedes ponerte directamente en contacto con nosotros o rellenar este sencillo cuestionario para que podamos orientarte mejor.