Hoy en día, muchas empresas deciden no tener un almacén propio. ¿La razón? Que es una actividad muy exigente que requiere cada vez más especialización y recursos. La solución para ellas es buscar un socio estratégico, subcontratar el servicio y dedicarse al 100% a su actividad principal.
Dado que externalizar el almacenamiento es una tendencia en auge, es interesante saber qué es lo que más valoran las empresas a la hora de contratar un almacén. De ese modo, puedes afinar tu oferta y posicionar mejor tu negocio en este mercado.
¿Qué factores son los que más le importan a un nuevo cliente?
Para los almacenes que ofrecen servicios a empresas externas, comprender las expectativas de sus potenciales clientes es clave para destacar.
A continuación te decimos cuáles son los 7 factores que más valoran quienes están buscando externalizar el almacenamiento de su empresa. Son los siguientes:
1. Ubicación
Para un nuevo cliente, la ubicación del almacén que va a contratar ha de ser estratégica para su negocio. Por un lado estudiará la cercanía geográfica a sus propios proveedores y clientes, para buscar las opciones con menores costos logísticos. Lógicamente, un almacén cercano a los centros de consumo o clientes finales va a agilizar la distribución y entrega de mercancías.
Por otra parte, la proximidad a proveedores clave va a simplificar la gestión de inventario y reducir los plazos para la reposición de mercancías.
Además, las conexiones con el transporte son fundamentales. Los clientes buscan ubicaciones bien comunicadas, bien por carretera, ferrocarril o incluso puerto marítimo, dependiendo de la naturaleza de sus operaciones.
Los almacenes situados cerca de nudos de comunicación juegan con ventaja, aunque hay muchos más factores que entran en juego en la decisión final del cliente.
2. Seguridad
Contar con cámaras de vigilancia, sistemas de control de acceso y alarmas de seguridad, e incluso la presencia de personal de seguridad capacitado, son factores que los clientes valoran.
Pero tomar medidas para la protección de la mercancía no es solo prevenir robos. También es importante reducir otros riesgos, como incendios o daños accidentales. Los almacenes que invierten en seguridad y sistemas de prevención son percibidos como más confiables por parte de los clientes.
3. Control de inventario
Contar con tecnologías de seguimiento y gestión de inventario, es otro punto a favor. Los clientes valoran la capacidad del almacén para proporcionar un control preciso y en tiempo real de sus stocks.
La implementación de tecnologías de seguimiento, como etiquetas RFID (Identificación por Radiofrecuencia) son más que interesantes. Estas tecnologías permiten una supervisión detallada del flujo de productos, desde la recepción hasta la distribución.
4. Flexibilidad
Para mantener relaciones comerciales a largo plazo, los clientes evalúan qué posibilidades tiene el almacén de adaptarse a variaciones en el volumen de inventario. Es decir, si las necesidades de almacenamiento fluctúan en función de la demanda, la estacionalidad, etc., ¿el almacén contratado puede responder?
Esa flexibilidad no se limita al área de almacenamiento, sino también a servicios de valor añadido como empaquetado, etiquetado o personalización de pedidos. La capacidad de adaptarse a los requisitos específicos de los clientes fortalece la relación comercial y mejora la percepción del almacén como un socio estratégico.
5. Eficiencia en la gestión logística
¿Se cumplirán los plazos de entrega? ¿Qué tasa de error tiene el almacén en la recepción de mercancías o la tramitación de órdenes? ¿Existen procedimientos de verificación de calidad? Hay muchos factores que definen una gestión logística eficaz.
Un almacén automatizado, con un sistema de gestión fiable (y aquí tenemos que recomendarte que conozcas nuestro TWO, el SGA desarrollado por SCM Logística), son los más valorados por los clientes, ya que son capaces de garantizar eficacia y agilidad en la gestión logística.
La digitalización de procesos es el paso imprescindible para mantener la competitividad de un almacén. No solo mejora la precisión y velocidad de las operaciones, sino que también permite una mayor visibilidad en tiempo real de los movimientos de inventario, algo que los clientes aprecian.
6. Tarifas transparentes
Para una relación de confianza cliente-proveedor de servicios, la transparencia en lo relativo a los costes es fundamental.
Es importante ofrecer una descripción detallada de los cargos por almacenamiento, manipulación, empaquetado, y cualquier otro cargo adicional que pueda aplicarse. Los clientes odian, y con razón, que su factura final incluya costes ocultos o importe sorpresa.
Ten en cuenta que el cliente necesita hacer su propia previsión de gastos y, por encima de todo, confiar en que su proveedor de servicios facture según lo acordado.
Otra cosa diferente es ofrecer tarifas flexibles con descuentos en función del volumen, o por contratación de servicios adicionales, etc. Los clientes aprecian la posibilidad de personalizar su contrato según sus necesidades específicas.
7. Servicio al cliente
La facilidad y fluidez en la comunicación, así como el servicio al cliente, es un último punto que puede inclinar la balanza hacia un partner u otro.
Los clientes valoran que sus socios estratégicos sean ágiles respondiendo consultas o aportando soluciones a un problema operativo que surja. Demuestra una buena coordinación interna entre distintos departamentos, así como interés por mantener un alto nivel de calidad en su servicios.
Los almacenes que trabajan su estrategia de marketing juegan con ventaja. Es muy recomendable, entre otras acciones, tener un perfil actualizado en Google My Business y animar a otros clientes a dejar una reseña positiva para ayudar a crear una buena reputación del negocio.
¿Ya sabes qué tienes que mejorar en tu almacén?
Y si no lo sabes, podemos ayudarte a detectar cuáles son los puntos débiles y ofrecerte las soluciones. Solo tienes que ponerte en contacto con nuestro equipo y pedirnos que revisemos tu proyecto.