Ransomware y otros ciberataques en almacenes

El aumento del ransomware y otras ciberamenazas, un riesgo para los almacenes

¿Sabes cuánto han aumentado los ciberataques a empresas en el último año? En 2023, más de 22.000 organizaciones privadas, incluidas pymes y micropymes de todos los sectores, también del logístico, sufrieron ataques significativos. 

Los datos del Instituto Nacional de Seguridad son demoledores: solo en 2023 se identificaron más de 180.000 sistemas vulnerables (según su propia definición, un sistema vulnerable es como una casa con la cerradura rota). Ante esa situación, solo cabe tomar conciencia y protegerse. No dejes que un ataque eche por tierra el esfuerzo que has puesto para levantar tu negocio. 

 

Alarma ante el aumento de los ciberataques a empresas

No es novedad que, en los últimos años, se ha producido un alarmante crecimiento del número de ciberataques a nivel global. Son más, y cada día más sofisticados. 

Esta tendencia no solo es reflejo de la creciente actividad de los delincuentes digitales, sino que también muestra el aumento de las vulnerabilidades debido a la rápida digitalización de las empresas, que no siempre va acompañada de las necesarias medidas de seguridad.

Según el último informe de Deloitte sobre El estado de la ciberseguridad en España, el 51% de las empresas carecen de una estrategia efectiva para protegerse de los ataques. 

La mayoría responden con un enfoque reactivo, es decir, en lugar de anticiparse, con medidas proactivas de prevención, actúan solo cuando ya se ha producido la agresión y los esfuerzos son para atajar o minimizar sus consecuencias. Es decir, apagar el fuego cuando ya se ha producido el incendio.

¿Cuál es el problema de esto? Que las empresas están en una posición muy vulnerable. 

Actuar cuando el mal ya está hecho puede tener consecuencias devastadoras. El daño afectará no solo su capacidad para proteger sus activos, sino también su competitividad en el mercado, ya que los clientes y socios comerciales buscan cada vez más trabajar con organizaciones que demuestren un fuerte compromiso con la seguridad y la resiliencia frente a los riesgos tecnológicos.

La situación es especialmente crítica para los almacenes y centros de distribución, sectores en los que se ha producido una rápida adopción de tecnologías avanzadas para mejorar la eficiencia operativa. 

Esta transformación digital, que está suponiendo toda una revolución en el sector, también ha abierto nuevas puertas a las ciberamenazas, por lo que es indispensable tomar en paralelo medidas de última generación que garanticen la seguridad ante posibles ataques. 

>> Lee las 5 claves de ciberseguridad para almacenes.

 

Ransomware y otros ciberataques

El ransomware se ha convertido en el tipo de ciberataque más devastador para las empresas, por su sofisticación, su capacidad de evolución constante y el profundo impacto que tiene sobre la continuidad operativa de una entidad. 

El ransomware es un tipo de malware que accede a los datos de su víctima y exige un rescate a cambio de restaurar el acceso a la información secuestrada.

Lo que hace que el ransomware sea tan peligroso es que puede paralizar por completo las operaciones de una empresa en cuestión de minutos. 

Una vez que el malware se introduce en la red de la empresa, cifra los datos críticos y cierra el acceso a ellos. Este proceso no solo interrumpe las operaciones diarias, sino que también pone a la empresa en una posición extremadamente crítica: se enfrenta a la decisión de pagar el rescate (con la incertidumbre de si realmente se recuperarán los datos) o sufrir las consecuencias de la pérdida de información sensible.

Además, el ransomware explota las relaciones con terceros en la cadena de suministro, lo que aumenta aún más su alcance y efectividad. Los atacantes a menudo utilizan a proveedores, socios o clientes como puntos de entrada, sabiendo que las conexiones entre diferentes entidades pueden ser puertas abiertas hacia el corazón de la empresa objetivo.

Una vez dentro de la red de uno de estos terceros, el ransomware se propaga rápidamente a otras organizaciones interconectadas, amplificando el daño.

Para los almacenes, centros de distribución o otras empresas del sector logístico, donde la continuidad y el trabajo sin interrupciones es un factor clave, un ataque de ransomware puede ser catastrófico. Supone retrasos en las entregas y erosiona la confianza por parte de clientes y socios comerciales. 

Otro tipo de ataques que también hay que tener en cuenta son:

  • Phishing: son ataques que buscan engañar a los empleados para que revelen información confidencial, como credenciales de acceso. Estos ataques suelen ser el punto de entrada para ataques más graves.
  • Ataques DDoS: los ataques de denegación de servicio (DDoS) pueden dejar fuera de línea los sistemas de gestión de almacenes, interrumpiendo las operaciones y causando pérdidas significativas.
  • Acceso no autorizado: la falta de controles adecuados en el acceso es un punto débil, por donde se pueden infiltrar agentes maliciosos en la red de la empresa.

 

La conciencia sobre estas amenazas pueden marcar la diferencia entre una organización que sobrevive a un ataque y otra que no.

 

Prevención, la clave de la ciberseguridad

La conclusión clave es que el mayor desafío para las empresas radica en reconocer la realidad de las ciberamenazas y dejar atrás la mentalidad de «esto no me va a pasar a mí». 

Incorporar prácticas de seguridad cibernética en todos los niveles de la organización no es solo una medida técnica, sino una necesidad estratégica para asegurar un futuro resiliente frente a un panorama de amenazas en constante evolución.

Solo adoptando la ciberprevención como un componente de la cultura empresarial, podrán protegerse eficazmente de los ataques y garantizar la continuidad de sus operaciones. 

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