Claves para el almacenamiento de residuos peligrosos

5 claves para el almacenamiento de residuos peligrosos

En un almacén, dependiendo de su actividad, puede ser necesario gestionar residuos que implican riesgos significativos si no se manejan adecuadamente. Gestionar residuos peligrosos es uno de los aspectos más críticos de la gestión logística.

Hablamos de residuos de diverso tipo, desde sustancias químicas hasta materiales biológicos contaminados. ¿Qué aspectos hay que tener en cuenta para un almacenamiento responsable, seguro y eficiente? Vamos a verlo en este post. 

 

Qué son residuos peligrosos: atención a estos 5 tipos

Los residuos peligrosos son aquellos materiales que, debido a sus características físicas, químicas o biológicas, representan un riesgo significativo para la salud humana o el medio ambiente si no se manejan adecuadamente.

Estos materiales pueden ser generados por una amplia gama de actividades humanas, como la industria, la agricultura, la atención médica o la construcción. 

Por tanto, es habitual que los almacenes que dan servicio a este tipo de actividades se conviertan en puntos de almacenamiento para determinados tipos de residuos peligrosos, ya sea temporalmente antes de su disposición final o como parte de otros procesos logísticos.

Es importante tener en cuenta que la peligrosidad de un residuo no depende únicamente de su composición química, sino también de factores como la cantidad generada, la forma de manejo o el entorno en el que se encuentran. Por lo tanto, es fundamental identificar correctamente los residuos peligrosos y seguir las normativas y buenas prácticas establecidas para su manejo seguro y responsable.

¿Y cuáles son estos residuos? Podemos agruparlos en 5 tipos: 

  • Residuos químicos: por ejemplo, productos químicos industriales, como disolventes, ácidos, bases y productos de limpieza. También, residuos de pinturas, tintas y disolventes utilizados en procesos de acabado y pintura. Otro tipo de residuos químicos son los pesticidas, herbicidas y también los fertilizantes o productos farmacéuticos vencidos o no utilizados.
  • Residuos biológicos: se consideran residuos los materiales biológicos contaminados, como desechos médicos y de laboratorio que pueden contener patógenos infecciosos, así como los desechos orgánicos que producen gases tóxicos durante su descomposición.
  • Residuos radiactivos: se utilizan en campos como la medicina, la investigación científica o la industria nuclear. El almacenamiento de este tipo de residuos es una actividad de alta especialización, debido a los riesgos asociados a la radiación que emiten estos materiales. 
  • Residuos construcción y demolición: los RCD, o Residuos de Construcción y Demolición, son materiales utilizados en el sector de la construcción, que contienen sustancias peligrosas como amianto, plomo o mercurio. También son RCD los residuos de demolición que pueden contener polvo, escombros o materiales contaminados.
  • Residuos electrónicos: este tipo de residuos, también llamados e-Waste, son los equipos electrónicos desechados, como computadoras, teléfonos celulares, baterías y componentes eléctricos, que pueden contener metales pesados y otros materiales peligrosos.

 

Claves para el almacenamiento de residuos peligrosos

Los requisitos de almacenamiento son diferentes según el tipo de residuo que se tenga que gestionar, ya que necesitan enfoques específicos en términos de identificación, manejo, almacenamiento y disposición final, es decir, su tratamiento, eliminación o almacenamiento permanente una vez que ya no son útiles.

Por lo tanto, es crucial adaptar las prácticas de almacenamiento a las características únicas de cada tipo de residuo peligroso. En este punto es fundamental consultar con expertos en gestión de residuos, así como contar con personal cualificado para su manejo.

No obstante, en líneas generales se pueden establecer estas 5 claves básicas para el almacenamiento de residuos peligrosos:

 

1. Seguridad y protección

Es fundamental el uso de equipos de protección individual (EPI) apropiados, que pueden incluir guantes, gafas de seguridad, máscaras respiratorias y trajes protectores. 

En cuanto a las instalaciones, deberán diseñarse los sistemas de ventilación adecuados para minimizar la exposición a vapores o gases peligrosos. También son obligatorias las medidas de prevención de incendios, como el almacenamiento adecuado de materiales inflamables lejos de fuentes de calor y la instalación de sistemas de extinción apropiados. 

>> Consulta estos 5 consejos de prevención para almacenes.

Las medidas de seguridad y protección no solo protegen al personal involucrado en la gestión de residuos peligrosos, sino que también ayudan a prevenir incidentes que podrían resultar en daños al medio ambiente y a la comunidad.

 

2. Identificación y clasificación correcta

La identificación precisa implica conocer la composición química y las propiedades físicas de los residuos, lo cual permite determinar los riesgos que representan y establecer pautas seguras para su manejo.

A partir de ahí, se deben etiquetar adecuadamente en sus contenedores durante todas las etapas de su gestión. Una identificación y clasificación precisas son fundamentales para cumplir con las regulaciones ambientales y garantizar la seguridad.

 

3. Selección de contenedores adecuados

Se deben utilizar contenedores diseñados específicamente para el tipo de residuo peligroso que se está almacenando. Estos contenedores han de ser resistentes a la corrosión, estar sellados herméticamente e identificarse con etiquetas claras y visibles, que contengan la información relevante sobre el contenido y los riesgos asociados.

 

4. Organización del espacio de almacenamiento

Una organización adecuada facilita la identificación rápida de los materiales y reduce el riesgo de accidentes y derrames.

Se deberá estudiar la división del área de almacenamiento en zonas específicas para diferentes tipos de residuos, mantener un ambiente limpio y ordenado, utilizar sistemas de almacenamiento seguros y diseñar el espacio para permitir un fácil acceso y circulación del personal y los equipos. 

 

5. Cumplimiento normativo

Los almacenes deben cumplir con todas las regulaciones y normativas locales, nacionales e internacionales relacionadas con el almacenamiento de residuos peligrosos. 

Esto incluye el Reglamento REACH y el Reglamento CLP a nivel de la Unión Europea, que establecen criterios para el registro, evaluación y etiquetado de sustancias químicas peligrosas. 

En el ámbito nacional, en España se debe observar la Ley 22/2011 de Residuos y Suelos Contaminados y el Real Decreto 833/1988, que establecen el marco legal para la gestión de residuos, con requisitos específicos para su almacenamiento de residuos peligrosos.

 

Los residuos peligrosos, un reto para el almacenamiento

Adoptar prácticas seguras y cumplir con las normativas vigentes es esencial para cualquier empresa de almacenamiento. Por tanto, asesorarse con profesionales antes de emprender la actividad o para valorar cualquier aspecto concreto, siempre es lo recomendable.

Si tienes un almacén y necesitas mejorar cualquier aspecto de su gestión, consúltanos. Ponte en contacto con nuestro equipo y te asesoramos sin compromiso.