Almacenamiento vertical: una solución para la falta de espacio

Almacenamiento vertical: una solución para la falta de espacio

¿Tu almacén necesita crecer? Hay dos fórmulas para hacerlo: a lo ancho o a lo alto. Hoy queremos hablarte de las ventajas de aprovechar el espacio en vertical, una manera de ampliar el almacén sin necesidad de adquirir más superficie.

Mientras que el espacio horizontal es escaso y caro, el vertical hace posible crecer hasta donde permitan los límites de la ingeniería, optimizando el funcionamiento del almacén con sistemas automáticos. Por eso es la fórmula hacia donde caminan los mayores almacenes del mundo.

¿Merece la pena invertir en sistemas de almacenamiento vertical? Te ayudamos a valorarlo.

 

¿Por qué aumenta la demanda de sistemas de almacenamiento vertical?

La respuesta rápida es esta: porque es el futuro. Hablando en contexto global, las cadenas de suministro cada vez son más exigentes, la demanda de espacio crece mientras la disponibilidad de suelo para la construcción de nuevos centros de distribución cada vez es menor.

Esta situación se da sobre todo en zonas densamente pobladas, donde la concentración de servicios logísticos y la escasez de suelo, hacen necesaria la búsqueda de soluciones.

La solución pasa por expandirse en vertical. La demanda de este tipo de instalaciones es paralela al avance de las soluciones tecnológicas y de ingeniería, que permiten construir almacenes cada vez más altos, más seguros y más eficientes.

 

Almacenamiento vertical vs. almacenamiento horizontal

Se trata de dos enfoques muy diferentes para gestionar el espacio en un almacén, que habitualmente se combinan para optimizar el resultado. En cada caso, hay que valorar ventajas y desventajas, además de hacer un cálculo económico riguroso de los costes y el retorno de la inversión.

Lo adecuado, en el caso de estar planteándose una ampliación de almacén, es hacer una consultoría logística para determinar cuáles son las mejores opciones. No obstante, vamos a hacer un acercamiento a los pros y los contras de ambos sistemas.

El almacenamiento vertical multiplica la capacidad de almacenamiento por metro cuadrado y consigue mayor eficiencia de almacenamiento. 

Al trabajar en altura, debe combinarse con automatizaciones para gestionar el inventario. Si bien esto supone una importante inversión inicial, el trabajo se lleva a cabo de manera mucho más efectiva, se optimiza la mano de obra y se reducen los tiempos.

Otro punto que hay que tener en cuenta, de cara a calcular la inversión necesaria, es que en paralelo será necesario mejorar el rendimiento del muelle de carga y descarga. 

Al disponer de un mayor espacio de almacenamiento con los mismos metros cuadrados de planta, podemos prever que la actividad del muelle será un aspecto crítico, por lo que habrá que analizar estrategias de optimización para aumentar la velocidad del trabajo y reducir los tiempos de espera de los vehículos, sin comprometer la seguridad. 

Por otra parte, el almacenamiento horizontal puede ser mejor opción cuando hay disponibilidad de suelo y el precio es económico. En ese caso, ampliar el almacén existente o crear una nueva estructura será más rápido y menos costoso. 

 

¿Merece la pena invertir en un almacén vertical?

Depende del proyecto. El almacenamiento vertical requiere estructuras más especializadas y complejas. Los costes de puesta en marcha de un almacén vertical van a ser elevados, a lo que hay que sumar el mantenimiento de las automatizaciones que se hayan implementado.

Hay que tener en cuenta que, en algunos casos, el crecimiento en vertical es la única opción posible para ampliar la instalación. Cuando no hay posibilidad de adquirir una nueva parcela contigua, y la alternativa es trasladar el almacén completo a otro lugar (con el coste que supone) el almacenamiento vertical puede ser la mejor decisión.

La gran ventaja es la mayor capacidad de almacenamiento y el aumento de eficiencia en el trabajo, por lo que el retorno de la inversión es positivo y, si el proyecto está bien planteado, a medio o largo plazo se compensa esa inversión inicial. 

Según la naturaleza del proyecto y las necesidades de la empresa, hay diferentes posibilidades que se pueden plantear. Por ejemplo, los almacenes autoportantes son una gran solución de ingeniería para un máximo aprovechamiento vertical. Su principal característica es que las mismas estanterías cumplen una función estructural, es decir, sostienen la instalación. Así, permiten una gran densidad de almacenamiento con el máximo aprovechamiento del espacio.

Sea esa u otra la posibilidad elegida, va a ser necesario implementar algún sistema de automatización para la gestión del inventario, como elevadores para bandejas tanto en vertical como en horizontal que desplazan la mercancía hacia el punto de la cadena donde se necesite. 

Otro aspecto básico es contar con un software eficiente que controle todos los aspectos de la gestión del almacén. Nuestro SGA TWO, es muy intuitivo y se adapta a cualquier proyecto. 

 

¿El almacenamiento vertical es la solución que estás buscando?

No te quedes con la duda. Si tu empresa necesita crecer, debes explorar todas las opciones para tomar la mejor decisión posible. 

Podemos ayudarte con eso. Solo tienes que ponerte en contacto con nuestro equipo profesional y plantear tus dudas. Te asesoramos sin compromiso.